Desde las presiones laborales hasta los desafíos personales, la ansiedad y el estrés se han convertido en compañeros cotidianos para muchos de nosotros. Nos percatamos de que empezamos a sufrir ansiedad y estrés al detectar los primeros síntomas comunes, como las sensaciones abrumadoras y los pensamientos obsesivos o recurrentes, sin darnos cuenta de que puede afectar a una parte vital de nuestro cuerpo: el sistema inmunológico.
En este artículo no solo exploraremos los síntomas de la ansiedad y el estrés que a menudo pasan desapercibidos, sino que también te daremos el conocimiento necesario para identificarlos a tiempo. Comprender estos síntomas es crucial, ya que te permitirá enfrentarlos antes de que puedan desencadenar un deterioro significativo en tu bienestar.
Diferencias entre estrés y ansiedad
El estrés y la ansiedad son dos fenómenos que afectan a muchas personas en la actualidad y que, a menudo, se usan como sinónimos. Aunque comparten síntomas parecidos, son reacciones diferentes que pueden dificultar su distinción. Es crucial entender sus características distintas para enfrentarlos eficazmente
El estrés es una reacción fisiológica del cuerpo que se manifiesta durante períodos cortos de tiempo y se desencadena como respuesta a una amenaza identificable. En otras palabras, nuestro cuerpo reacciona generando cortisol y adrenalina para poder afrontar el desafío inmediato.
Por otro lado, la ansiedad es un estado mental (ya catalogado como enfermedad mental al igual que la depresión) que suele perdurar y aparecer sin una causa aparente. De una manera simple, podríamos decir que la mente es incapaz de relajarse y se encuentra siempre angustiada por no volver a verse en problemas del pasado, a esas situaciones que le causaron tanto estrés, o anticipándose a problemas futuros que realmente son inciertos.
El estrés se relaciona con demandas presentes y se vincula con la activación inmediata del sistema de respuesta al estrés. La ansiedad, por otro lado, involucra una preocupación prolongada de peligro o amenaza. Se manifiesta en pensamientos intrusivos, respuestas fisiológicas como el aumento del ritmo cardíaco y conductas de evitación.
Podemos decir que las principales diferencias entre el estrés y la ansiedad radican en su enfoque temporal y en la naturaleza de las respuestas
A continuación, explicaremos más profundamente el concepto del estrés y la ansiedad, cuáles son sus causas, síntomas, consecuencias, y cómo distinguirlos.
¿Qué es el estrés?
¿Cuáles pueden ser las causas del estrés? El estrés es una respuesta fisiológica que ocurre cuando una persona percibe desafíos, demandas o amenazas en su entorno. Se activa a través del sistema nervioso autónomo, que regula las funciones automáticas del cuerpo, y del sistema endocrino liberando hormonas como el cortisol y la adrenalina, que preparan al cuerpo para enfrentar la situación a corto plazo.
El estrés puede ser agudo, como una reacción temporal a un evento específico, o crónico, cuando la exposición prolongada a situaciones estresantes puede tener efectos negativos en la salud física y mental. Aunque las consecuencias del estrés van más allá de lo físico, afectando también nuestra salud mental y emocional.
Si te interesa saber más sobre el estrés, te dejamos un enlace a la revista de psicología Psicoactiva, donde explican muy bien cómo afecta el estrés al cuerpo a un nivel psicológico más profundo.
Tipos de estrés
Estrés agudo
Es una respuesta inmediata y breve a una situación estresante puntual. Por ejemplo, sentir estrés antes de una presentación importante o cuando se está atravesando una situación inesperada y estresante.
Estrés crónico
Es una respuesta prolongada y persistente ante situaciones de estrés que se mantienen durante un período prolongado. Puede ser causado por situaciones laborales difíciles, problemas financieros, conflictos familiares o problemas de salud a largo plazo, entre otros factores.
Si el estrés es demasiado intenso o duradero, puede tener efectos negativos en la salud física y mental, incluyendo problemas de sueño, fatiga, irritabilidad, ansiedad, depresión, dolores de cabeza, problemas digestivos, entre otros.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante el estrés a largo plazo. Es una emoción que involucra inquietud, aprensión y preocupación excesiva por eventos futuros o situaciones inciertas. Suele permanecer a lo largo del tiempo y hay veces que no tienen un desencadenante identificable. Ya que muchas veces no responde a algo que haya ocurrido recientemente, sino que surge a raíz de una situación que nos recuerda a otra que vivimos con estrés o trauma.
La ansiedad siempre va unida a una percepción de amenaza, y puede aparecer tras haber vivido una reacción de alerta. Se asocia con el miedo y la preocupación.
Cuando esta se vuelve excesiva y persistente, interfiere significativamente en el funcionamiento diario de una persona y pasa a considerarse un trastorno. Por ello, debemos explorar los efectos de la ansiedad en el cuerpo, ya que nos ayuda a comprender su impacto en nuestra salud general.
Trastornos de ansiedad más comunes en la vida cotidiana
La ansiedad es una compañera constante en la vida moderna y, aunque no siempre alcanza niveles de diagnóstico, ésta puede ser muy significativa. A menudo, nos encontramos lidiando con niveles de ansiedad que no son considerados trastornos graves pero que, de manera acumulativa, pueden tener un impacto importante en nuestra salud mental. Aquí exploramos algunos de los matices de la ansiedad que experimentamos día a día, pero que a menudo pasan desapercibidos:
- Preocupaciones cotidianas intensificadas: Aunque no lleguen a los extremos del Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG), muchas personas experimentan momentos de preocupación excesiva sobre situaciones y problemas comunes. Estas inquietudes pueden rondar en la mente, afectando nuestra concentración y estado de ánimo.
- Estrés ante la incertidumbre: En un mundo en constante cambio, es común sentir ansiedad frente a la incertidumbre. Las dudas sobre el futuro laboral, las decisiones personales y otros aspectos de la vida pueden generar un nivel bajo pero constante de inquietud.
- Autoexigencia y autocrítica: Muchos de nosotros nos presionamos para cumplir con altas expectativas en el trabajo y en la vida en general. Aunque no alcance el nivel de un Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC), esta autoexigencia puede causar un grado de ansiedad constante.
- Comparación en redes sociales: El uso frecuente de las redes sociales puede desencadenar una forma de ansiedad social. La comparación con las vidas aparentemente perfectas de otros puede minar nuestra autoestima y generar sentimientos de insuficiencia.
- Inmediatez y multitarea: La vida moderna nos empuja a hacer múltiples tareas al mismo tiempo y esperar resultados rápidos. Esta constante sensación de tener que hacerlo todo puede generar ansiedad por el rendimiento y la productividad.
- Sobrecarga de información: Estamos rodeados de información constante, y la presión por mantenernos informados puede generar ansiedad por la sobreexposición a noticias y acontecimientos estresantes.
- Agotamiento y límites difusos: El agotamiento constante y la dificultad para establecer límites entre el trabajo y la vida personal pueden contribuir a un nivel sostenido de ansiedad.
- Expectativas sociales y de rendimiento: Las presiones sociales y laborales para cumplir con ciertas expectativas pueden generar ansiedad en situaciones como presentaciones, reuniones o interacciones sociales.
Te recordamos que la ansiedad en sí misma no es negativa, ya que puede ser una reacción útil en situaciones de peligro real, preparándonos para enfrentar o evitar amenazas. Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve crónica o abrumadora, es recomendable buscar ayuda de un profesional de la salud mental para recibir un diagnóstico adecuado y obtener el tratamiento necesario.
¿Qué es mejor para la ansiedad? Sigue leyendo y te lo contamos.
Síntomas y consecuencias del estrés y la ansiedad
Tanto el estrés como la ansiedad pueden manifestarse con una variedad de síntomas físicos, emocionales y conductuales. Muchas veces pueden ser consecuencias del estrés laboral, personal o por una situación determinada. Sus principales síntomas pueden ser:
Síntomas de estrés
- Tensión muscular y dolores corporales.
- Fatiga y agotamiento.
- Dificultades para dormir o insomnio.
- Cambios en el apetito (pérdida o aumento del mismo).
- Dolores de cabeza.
- Problemas digestivos, como dolor de estómago o diarrea.
- Irritabilidad y cambios de humor.
- Dificultad para concentrarse.
- Sensación de estar abrumado o sin control.
- Aumento de la frecuencia cardíaca.
- Defensas bajas por estrés
Síntomas de ansiedad
- Preocupación y miedo excesivo.
- Nerviosismo y agitación.
- Inquietud y sensación de estar «al borde».
- Palpitaciones o sensación de que el corazón late rápido.
- Sudoración excesiva.
- Temblores o sacudidas.
- Sensación de falta de aire o dificultad para respirar.
- Opresión en el pecho o malestar físico.
- Mareos o sensación de desmayo.
- Pensamientos intrusivos o recurrentes.
- Evitar situaciones que generan ansiedad.
- Problemas para conciliar el sueño o mantenerlo (insomnio).
Es importante tener en cuenta que cada persona puede experimentar diferentes síntomas y en diferentes grados. Además, estos síntomas no son exclusivos de estrés o ansiedad, ya que también pueden estar presentes en otras condiciones médicas o trastornos psicológicos.
Aunque los síntomas pueden ser similares en ambos géneros, los síntomas de ansiedad y estrés en la mujer pueden manifestarse de manera única debido a diversos factores, como el ciclo menstrual, la maternidad, cambios hormonales…
Consecuencias más comunes del estrés y la ansiedad en el organismo
El estrés y la ansiedad crónicos pueden tener efectos significativos en el cuerpo y la salud en general, por eso tenemos que detectarlos a tiempo para que no se convierta en un problema mayor. Los efectos secundarios de la ansiedad o el estrés, suelen ser fácilmente reconocibles.
Problemas fisiológicos:
- Los problemas cardiovasculares generan un aumento en la presión arterial y el ritmo cardíaco, lo que a largo plazo puede aumentar el riesgo de hipertensión, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
- Trastornos gastrointestinales como dolor abdominal, diarrea, estreñimiento o síndrome del intestino irritable.
- Dolor crónico como la migraña o el dolor de espalda, aumento de peso o incluso problemas de piel como la psoriasis, eczema o el acné.
- Sistema inmunitario debilitado: Otro de los síntomas del estrés en el cuerpo prolongado puede debilitar el sistema inmunológico, lo que hace que el cuerpo sea más susceptible a enfermedades e infecciones, generando un mayor malestar de forma general. Si sientes que te pones enfermo con demasiada frecuencia, el estrés o la ansiedad pueden ser una de las causantes.
- Problemas del sueño: La ansiedad puede dificultar conciliar el sueño y mantenerlo, lo que puede llevar a la privación del sueño y a un aumento de la fatiga y la irritabilidad.
- Trastornos emocionales: El estrés y la ansiedad crónicos pueden aumentar el riesgo de desarrollar trastornos del estado de ánimo, como la depresión.
- Problemas sexuales y problemas cognitivos: El estrés crónico puede afectar el deseo sexual y la función sexual en hombres y mujeres, además, pueden afectar la concentración, la memoria y la toma de decisiones.
Es importante destacar que cada persona puede experimentar diferentes efectos en el cuerpo debido al estrés y la ansiedad, y que estos efectos pueden variar en gravedad. La gestión adecuada del estrés y la ansiedad, a través de técnicas de afrontamiento saludables y el apoyo profesional, es fundamental para reducir el impacto negativo en la salud y el bienestar general. Si sientes que el estrés o la ansiedad están afectando significativamente tu vida, es recomendable buscar el apoyo de un profesional de la salud mental.
10 hábitos saludables para reducir el estrés y la ansiedad
¿Qué es bueno para los nervios y la ansiedad? Adoptar hábitos saludables puede ser una forma efectiva de reducir el estrés y la ansiedad, hábitos de vida saludable, alimentación o descanso son algunas de las formas de mejorar tu situación. Aquí tienes más hábitos que son buenos para la ansiedad o el estrés y ayudarte a manejar mejor estas emociones:
- Practicar técnicas de relajación: Dedica tiempo cada día para practicar técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda, el yoga o el mindfulness. Estas prácticas pueden ayudar a calmar la mente y reducir la ansiedad.
- Hacer ejercicio regularmente: El ejercicio físico libera endorfinas, que son neurotransmisores que pueden mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés. Encuentra una actividad física que disfrutes, como caminar, correr, nadar o bailar, y hazlo de manera regular.
- Dormir lo suficiente y establecer una rutina: Tener una rutina diaria estructurada puede proporcionar un sentido de orden y estabilidad, lo que puede reducir la sensación de caos y ansiedad asegurando un descanso cada noche. El sueño adecuado es fundamental para una buena salud mental y para manejar el estrés y la ansiedad.
- Establecer una rutina: Tener una rutina diaria estructurada puede proporcionar un sentido de orden y estabilidad, lo que puede reducir la sensación de caos y ansiedad.
- Limitar el consumo de cafeína y alcohol: El exceso de cafeína puede aumentar la ansiedad, y el alcohol puede empeorar el estrés. Intenta limitar su consumo o evitarlos por completo, especialmente si tienes problemas para controlar la ansiedad.
- Comer una dieta balanceada: Mantener una alimentación equilibrada y nutritiva puede ayudar a mantener el cuerpo y la mente en óptimas condiciones. Evita saltarte comidas y consume alimentos ricos en vitaminas, minerales y antioxidantes. Una alimentación adecuada es parte fundamental de llevar una vida saludable y feliz, reduciendo los efectos del estrés y la ansiedad. Si quieres más consejos sobre alimentación y hábitos saludables, no dudes en leer más posts como este en la categoría Vida Saludable de nuestra web.
- Establecer límites: Aprende a decir «no» cuando te sientas abrumado y necesites tiempo para ti mismo. Establecer límites claros en tus responsabilidades y compromisos puede reducir el estrés.
- Cultivar relaciones sociales: Mantener conexiones con amigos, familiares y personas de confianza puede brindar apoyo emocional y reducir la sensación de aislamiento.
- Practicar el autocuidado: Dedica tiempo a actividades que te hagan sentir bien, como leer, dibujar, escuchar música, tomar un baño relajante o hacer cualquier cosa que disfrutes.
- Uso de suplementos alimenticios: Una de las mejores formas de fortalecer el sistema inmunológico es mediante suplementos que ayuden a este a protegerse de los ataques externos. En Birm, buscamos facilitar al usuario la manera de cuidarse y con unas cápsulas poder obtener resultados deseados, mejorando el sistema inmunológico y la energía del cuerpo. Pincha aquí para acceder a nuestro producto y conocer los beneficios que puede brindarte para mejorar tu sistema inmune.
- Buscar apoyo profesional: Si sientes que el estrés y la ansiedad son abrumadores y dificultan tu vida diaria, considera buscar la ayuda de un profesional de la salud mental. Un terapeuta o psicólogo puede proporcionar orientación y apoyo en el manejo de estas emociones.
¿Qué terapia es mejor para la ansiedad? Terapia cognitivo-conductual (TCC): La TCC es una forma de terapia que ha demostrado ser eficaz para tratar la ansiedad. Trabaja para identificar patrones de pensamiento negativos y distorsionados y reemplazarlos por pensamientos más realistas y saludables. También se centra en cambiar comportamientos y desarrollar habilidades de afrontamiento.
Preguntas como: ¿Qué medicamento es mejor para la ansiedad? o ¿qué antidepresivo es mejor para la ansiedad? Tendrás que acudir a un profesional para este tipo de preguntas.
Recuerda que el proceso de reducir el estrés y la ansiedad puede ser gradual y es normal tener altibajos. No te desanimes si algunos días son más difíciles que otros. Lo importante es ser consistente en la adopción de hábitos saludables y recordar que cuidar de ti mismo es una parte esencial del bienestar mental y emocional.
REFERENCIAS
El ejercicio y el estrés: ponte en movimiento para controlar el estrés – Mayo Clinic
4 claves para reducir las preocupaciones cotidianas – La Mente es Maravillosa
Síntomas de estrés: consecuencias en tu cuerpo y en tu conducta – Mayo Clinic
Las 6 diferencias entre estrés y ansiedad (psicologiaymente.com)
Diferencias entre ansiedad y estrés | OCU
Estrés o ansiedad: Diferencias, síntomas y alivio (medicalnewstoday.com)